jueves, 29 de diciembre de 2011

BEATITUD: Libro destacado de 2011.



Santi Hurtado | 26 Diciembre 2011
 
Un repaso de algunas de las obras literarias más destacadas de las publicadas en los últimos 12 meses.

ENERO

Beatitud. Visiones de la Beat Generation es el homenaje que 33 autores de dos generaciones distintas realizan a través de sus textos a una de las más influyentes generaciones de las últimas décadas: la Beat Generation. Relatos, vivencias, impresiones… Literatura de calidad al servicio de una generación que se convirtió para muchos lectores y escritores en la puerta de entrada a una nueva forma no sólo de leer, sino también de entender el mundo. Hoy nadie duda de que Kerouac, Burroughs, Ginsberg, Corso o Ferlinghetti son clásicos de la literatura moderna. 



Ediciones Baladí. Selección y prólogos de Vicente Muñoz Álvarez e Ignacio Escuín Borao. 


Textos de Carla Badillo Coronado, Patxi Irurzun, Ana Pérez Cañamares, Joaquín Juan Penalva, José Angel Barrueco, Carmen Beltrán, Uberto Stabile, David González, Carmen Camacho, Miquel Silvestre, Raúl García, Sergio Gaspar, Safrika, Nacho Abad, David Mardaras, Mario Crespo, Roxana Popelka, Eduardo Almiñana, Octavio Gómez Milián, Estelle Talavera Baudet, David Mayor, Pepe Pereza, Almudena Vidorreta, Lucas Rodríguez, Inma Luna, Diego Urizarna, Alfonso Xen Rabanal, Pablo Casares, Sonia San Román, Eloy Fernández Porta, Déborah Vukušić, Vicente Muñoz Álvarez.

miércoles, 29 de junio de 2011

BEATITUD en CULTURAMAS



Acaba de terminar la guerra (la II Guerra Mundial) y el mundo sigue siendo una mierda. En Estados Unidos nada se ha regenerado, nada ha cambiado, todo sigue igual. Los muertos son un número, no más, y se pretende seguir adelante sin tomar conciencia del pasado. Todo para nada.
Dan ganas de huir, de salir a la búsqueda de otra realidad. Si pudiese cambiarse el mundo… Pero no se puede cambiar, una guerra con 60 millones de muertos no ha logrado cambiar nada. Huir, el dedo al aire y una larga pista alquitranada por delante. Huir, sin destino concreto, a la aventura. Huir, aún sabiendo que no existe la puerta al otro lado. Sí, pero hay que huir.

La noción general de escapar de una realidad que huele a podrido, se particulariza en el ámbito de un pequeño grupo de escritores para los que el viaje es la vida. Lo importante no es llegar al destino, lo importante es hacer el camino, disfrutar del viaje. A mediados del siglo XX, Cassady y Kerouac recorren Norteamérica viviendo aventuras. El viaje es otra forma de vivir. Si hay dinero: gasolina y carretera; si no lo hay: porros y alcohol. El caso es abandonar la realidad, crearse un mundo a su medida. Cassady es el actor, el protagonista principal, el chico malo de esta película, el pendenciero, el vividor. Kerouac es un chico más intelectual, tiene la mirada del escritor en sus ojos y todo lo ve de una forma objetiva: nunca arriesga su alma. Ginsberg se unirá a ellos casi desde el principio; es un intelectual al que le gusta vivir en el filo, al borde del abismo, que totaliza pasiones y busca siempre el más allá. Burroughs huye de lo acomodado en busca de nuevas emociones. Hay otros actores (uno tan pendenciero como Cassady es Corso), pero basta de nombres propios y busquemos una etiqueta que nos permita clasificarlos (necesitamos saber de qué hablamos, por eso las etiquetas nos ayudan a no pensar), una etiqueta generacional que defina lo que estos cuatro chicos hacen con su vida en los años 50, algo así como los Beat.

Los Beat escriben sobre algo que ya se había iniciado años antes, sobre la necesidad de darse la vuelta frente al mundo, bajarse los pantalones y enseñar la raja del culo. Un que os jodan categórico. Un nuestra vida es nuestra vida y la vivimos como queremos. Duró poco el camino pero fue importante porque marcó el espíritu de la contracultura. Hoy en día todavía bebemos de su esencia. Tanto en el fondo (el mundo sigue siendo una mierda), como en la forma (la prosa espontánea de Kerouac, la libertad del autor en Ginssberg, la experimentación hasta la descomposición en Burroughs). Ahí están sus libros, En el camino, Gasolina, Yonqui, Aullido. No hay más que ponerse a leer.

Duró poco, la huída traspasó los límites con ayuda del peyote y del LSD, primero, y de la meditación, después, y llego a otros mundos. Los 50 acababan y una nueva generación asumió la bandera de la libertad, del cambio, de lo alternativo. Gente que buscaba sanar el mundo con amor. Mucho amor. Demasiado amor. Hippies envueltos en psicodelia que descubren y hacen descubrir el nuevo mundo: el budismo y la filosofía Zen. Al final, Kerouac o Ginsberg llegan a un tope de vía en el que descubren otra realidad y, lo más importante, descubren que para huir no es necesario caminar, ni siquiera dar un solo paso: la mente lo domina todo. Los 60 se llenaron de esperanza en un mundo mejor. Una visión idealista, despegada de la realidad, de esa realidad en forma de barro que los Beat llevaban pegada a sus zapatos a pesar de que trataban de huir de ella.

50 años después, Vicente Muñoz Álvarez y Nacho Escuín, quieren palpar el reflejo de esa generación inconformista norteamericana en las jóvenes letras castellanas. Son muchos los autores que se posicionan en la contracultura, al margen de institucionalizaciones y servidumbres públicas, que huyen de la mierda en que sigue convertido el mundo, que esperan, al menos, ser consecuentes con su alma, que no cambian libertad por seguridad, que no esperan vender un millón de ejemplares de un libro porque no escriben para un millón de personas, que saben que están al otro lado de esto que llamamos literatura, en la umbría, dónde la nieve permanece más tiempo y el agua que emana del verdín, sabe a vida.

Vicente y Nacho hurgaron, people on the road, y tardó poco en asomarse un universo de nuevos creadores veneradores del espíritu Beat. Beatitud, así se llama la antología, es un compendio de reflexiones, de bionarraciones, de relatos, de vivencias, de ensayos, de influencias que los escritores de esa generación tuvieron en las vidas y en la escritura de cada uno de los autores que participan en este proyecto literario. El resultado es una amalgama de visiones sobre los Beat, una reivindicación del límite, de la huída, del viaje. Lo importante sigue siendo hacer el camino, sigue sin ser decisivo llegar al final, sea bucólico o precipitado. La carretera es una forma de vivir. Es cierto que luchar cansa, que son chicos del otro lado siempre dispuestos a dar guerra, pero ya descansarán cuando llegue la última hora, el suspiro final.

Título original: Beatitud, visiones de la Beat Generation
Autor: VVAA
Edición literaria: Vicente Muñoz Álvarez e Ignacio Escuín
Editorial: Ediciones Baladí S.L.L.
Páginas: 357
Diseño cubierta: Julio Reija
ISBN: 978-84-937661-8-4
Precio: 20€

Autores que participan en esta antología:

Carla Badillo Coronado, Patxi Irurzun, Ana Pérez Cañamares, Joaquín Juan Penalva, José Ángel Barrueco, Carmen Beltrán, Uberto Stabile, David González, Carmen Camacho, Miquel Silvestre, Raúl García, Sergio Gaspar, Safrika, Nacho Abad, David Mardaras, Mario Crespo, Roxana Popelka, Eduardo Almiñana, Octavio Gómez Milián, Estelle Talavera Baudet, David Mayor, Pepe Pereza, Almudena Vidorreta, Lucas Rodríguez, Inma Luna, Diego Urizarna, Alfonso Xen Rabanal, Pablo Casares, Sonia San Román, Eloy Fernández Porta, Déborah Vukušić, Vicente Muñoz Álvarez.

Esteban Gutiérrez Gómez

domingo, 1 de mayo de 2011

BEATITUD en LA TORMENTA EN UN VASO


Surgida hacia los años cincuenta en Estados Unidos, la beat generation supuso una auténtica ruptura con los modos de vida imperantes por entonces, con un país que empezaba a despegar apoyado en gran medida en la inconsciencia consumista y en la abdicación de responsabilidades a favor del bienestar. Sobre actitudes transgresoras, como el consumo de drogas, el sexo desinhibido y libertario, y en cuestiones estéticas la improvisación en el relato o en el poema (al modo de sus admirados héroes jazzísticos) los autores de la beat generation (Burroughs, Gingsberg, Cassady, Kerouac, Ferlinghetti, Corso y varios más) marcaron, para el presente y el futuro, todo un estilo literario y, lo que sólo los grandes consiguen, en solitario o en grupo, marcaron toda una mentalidad y una forma de vivir cuyos ecos persisten hoy en día.

De ello, de la influencia de aquellos alucinados escritores, quizás los últimos rebeldes y bohemios auténticos de la Literatura, quiere dar testimonio Beatitud (visiones de la beat generation), un libro donde 33 autores, de diferentes edades y nacionalidades, escriben sobre la manera en que poemas como Aullidos, o novelas como En el camino, Los vagabundos del Dharma o El almuerzo desnudo condicionaron su pensamiento y, en varios de los casos, su forma de vida, sobre la base del viaje, de la búsqueda continua de no se sabe muy bien qué, pero en todo caso al margen de lo fácil y de lo establecido, de la sensibilidad y las reglas comunes, tanto vitales como estéticas. Son, como se ha indicado, autores de diversas edades, desde algunos que perfectamente podían haber sido los hermanos pequeños de aquellos autostopistas con una novela en progresión en el macuto (una de las participantes, de hecho, nos narra cómo llegó a San Francisco en los últimos tiempos de aquella súbita fiebre vital), y otros que apenas si han llegado a conocer el eco de la leyenda de aquellos tipos, o a advertir en sus páginas la fuerza que desprendieron en su día. Compuesto de textos, pues, de diferentes estilos, de diversas orientaciones y de variados puntos de vista, el nivel general del volumen es excelente. Hay cuentos sencillamente geniales, deslumbrantes, enormes, como “On the soviet road”, de Miquel Silvestre, donde el autor nos cuenta un viaje en moto por la antigua Unión Soviética en un periplo que, aunque más breve, por supuesto, poco tiene que envidiar a la novela en que se basa. Otros asimismo excelentes, como “Al final de la carretera”, de José Ángel Barrueco, o “Eligiendo un camino”, de Pepe Pereza, donde con un marcado sentido del humor nos hablan de lo difícil que resulta seguir aquella senda abierta por los beatniks, y cómo tantas veces nuestros deseos se estrellan contra la realidad. “La India o el miedo”, de Ana Pérez Cañamares, crónica de un viaje accidentado, y no otra cosa, de una hippy fuera de su tiempo que nunca llegará a Katmandú. La visión bucólica de Patxi Irurzun en “Mi padre, los libros Reno, Ned Flanders y los beats, todo en la misma frase” (magnífico título, por cierto). El cuento brutal “Huellas en el polvo”, duro y contundente, de David González. La valentía de Mario Crespo en “Ruta 23”, al hablar sobre la tan denostada y ridiculizada “ruta del bakalao” con un eco de lírica beat…
Como en todo libro conjunto, por supuesto, existen los altos y los bajos, en este caso varios autores que aprovechan la estética beat como excusa para el desparrame en textos sin sentido, en ejercicios onanistas presuntamente líricos, o que malcubren el expediente con el recurso, cansino y aburrido, al “no se me ocurre nada y se agota el plazo”. Pero aparte de estos casos, pocos y seguramente inevitables en toda obra conjunta, el nivel general es excelente y en las páginas de Beatitud se siente a menudo, al doblar una página, el pulso vital de los homenajeados. El eco, en muchas ocasiones cercano, de aquellos viejos beatniks.

sábado, 30 de abril de 2011

SATORI EN PARIS


Las historias inventadas y las novelas rosas sobre lo que pasaría SI... son para niños y adultos cretinos que temen reconocerse en un libro igual que temen mirarse al espejo cuando están enfermos o heridos o resacados o locos.

Jack Kerouac, de Satori en París (Ediciones Escalera, 2009).

martes, 26 de abril de 2011

Beatitud en larioja.com de la mano de Diego Marín

Aunque el ritmo de publicación en La Rioja se ha visto reducido, eso no ha supuesto que los escritores estén parados. Numerosos libros, antologías y libros recopilatorios y colectivos a nivel nacional recogen los textos de jóvenes escritores riojanos. El ejemplo más claro es el de 'Beatitud' (Ediciones Baladí, 2011), un homenaje a la Generación Beat (Keruac, Burroughs, Ginsberg...) en la que participan Sonia San Román, Pepe Pereza, Carmen Beltrán y Lucas Rodríguez. «Esto indica que la literatura en La Rioja goza de una salud excelente», afirma Sonia San Román, que reconoce que «las influencias de la Generación Beat me llegan tamizadas a través del movimiento grunge, que es el que a mí me tocó vivir en los 90. Yo soy de la Generación X, y hemos heredado cierto pesimismo, descreimiento, evasión y rechazo de los valores tradicionales», explica la escritora.
Pepe Pereza, actor que en los últimos meses está inmerso en la literatura (y que ya ha publicado un e-libro), declara que su participación con el relato 'Eligiendo un camino' «habla de un viaje improvisado que hice en mi juventud, motivado por la lectura de libros como 'En el camino' de Jack Kerouac». Los participantes de este tipo de libros colectivos que proliferan en los últimos años se repiten en muchos casos y recuerdan a otros, como es el caso de 'Hank over' o la reciente edición de 'Vinalia Trippers'. El propio Vicente Muñoz Álvarez ha reactivado este popular fanzine de los 90 y, con portada del dibujante Miguel Ángel Martín, le ha procurado una edición de lujo. En ella colaboran los riojanos Pepe Pereza, Lucas Rodríguez, Enrique Cabezón, Adriana Bañares Camacho y Sonia San Román.
Es ésta última, junto a los logroñeses Cabezón y Nuria Ruiz de Viñaspre, la que repite, de nuevo, en otro libro más. Se trata de la antología 'Puta poesía' (Luces de Gálibo, 2010), «una modesta forma de solidaridad con las prostitutas y en particular con Hetaria», colectivo al que la editorial donará la totalidad de los beneficios obtenidos por la venta de este libro. Un total de 81 poetas se incluyen en esta obra, entre ellos, Karmelo C. Iribarren y Roger Wolfe. Pero aún hay más. 'Aldea Poética V. Poesía infantil. Dadaísmo en verso' (Opera Prima, 2011), que reúne a autores como Aute, Ouka Leele y Jesús Munárriz, también cuenta con San Román y Cabezón en sus páginas, y que ya participaron en la entrega anterior, la cuarta, dedicada al sexo.
http://www.larioja.com/v/20110426/cultura/jovenes-golpean-fuerte-literatura-20110426.html

miércoles, 20 de abril de 2011

ENTREVISTA EN EL SILLÓN VOLTAIRE


In beat we trust.

Claro que sí, creemos en los beat, creemos en la buena literatura y, por supuesto, creemos en la radio de calidad, como la que hace en el Sillón Voltaire su directora y presentadora Sofía Castañón.

Os dejamos aquí el link para que escuchéis el programa en el que fueron entrevistados el antólogo y escritor Vicente Muñoz Álvarez y el editor David Vicente. Se habló de la última publicación de Ediciones Baladí, Beatitud. Antología de la Beat Generation. Pero se habló en general de todo lo que tiene que ver con los beat.

martes, 19 de abril de 2011

RESEÑA EN QUÉ LEER


El escritor y poeta Vicente Muñoz Álvarez y el escritor Ignacio Escuín Borao han reunido en Beatitud 33 relatos en los que autores como Nacho Abad, Sergio Gaspar, Almudena Vidorreta, Inma Luna, Pablo Casares, Eloy Fernández Porta o Sonia San Román aportan referencias, citas, experiencias personales y un generoso testimonio de cómo la cultura beat llegó a sus viddas y cómo influyó en su abordaje a la literatura, el cine, la música, etc. Beatitud representa un homenaje, pues, a la generación legendaria que compredió a los Kerouac, Burroughs, Ginsberg, Di Prima o Cassady, voces que contribuyeron con sus creaciones a presentar una nueva manera de entender el mundo.

sábado, 16 de abril de 2011

LA GENERACIÓN BEAT AÚLLA DE NUEVO: Reseña en la Revista Leer.



La prestiogiosa revista Leer se hace eco en su número de abril del fenómeno de la Generación Beat y de cómo vuelve a tomar repercusión mediante distintas publicaciones y películas en este año 2011. Y, como no podía ser de otro modo, resaltan nuestro último libro Beatitud. Visiones de la Beat Generation en un extensísimo reportaje de más de ocho páginas. Muy recomendable para todos los amantes de la Generación Beat y para todos aquellos que no la conozcan y quieran hacercarse por primera vez a ella.

sábado, 9 de abril de 2011

CONCURSO BEATITUD


RELATOS GANADORES:

-En la 47 de Rubén Casado
-Pull my daisy de Víctor Marchán
-No pintamos nada de Trifón Abad


Puedes encontrarlos publicados en este blog

BEAT NIGHT

Beatitud en Logroño

viernes, 8 de abril de 2011

Hoy en Barcelona!!!!


“BEATITUD: VISIONES DE
LA BEAT GENERATION”
Presentación con Nacho Escuín
(antólogo del libro, junto con
Vicente Muñoz Álvarez) y los
autores Almudena Vidorreta
Torres, Sergio Gaspar y Eloy
Fernández Porta
.

FNAC TRIANGLE
P.GRACIA
19.00 HORAS

sábado, 2 de abril de 2011

RICHARD BRAUTIGAN

1935-1984

ON THE ROAD BEATS

SUSPIRANDO



Suspirando, cogí otro cigarro. Las colillas ya se amontonaban en un irónico monumento a los minutos robados.

El whisky también bajaba alarmantemente, y las horas pasaban, lentas, riéndose en mi puta cara.

¿Qué estaba pasando? ¿por qué me pasaban a mí esas cosas? La respiración me faltaba, y hasta las paredes me parecían extrañas, como carentes de sentido, sin ese sentido que su aroma, el de ella, les daba. Nunca antes había bebido tanto whisky mezclado con lágrimas. Ni siquiera me preocupaba de apartármelas de la cara para que no cayeran al vaso. ¿Qué más daba?

Y la noche seguía, negra, triste, melancólica, cómplice de nuestros secretos, nuestros mágicos y maravillosos momentos, vástagos de meses llenos de vida, acciones maravillosas, y futuros gloriosos, que lentamente se iban por el desagüe, junto con mi sangre, coagulada de tanto alcohol y de tantas pastillas.

Era curioso ver cómo todo se puede ir a la mierda en nada de tiempo. Cómo todo aquello por lo que luchamos, y luché con toda mi alma, desaparecía con el humo de mi cigarro. Tantas promesas... Sueños... Rotos. Rotos como mi corazón, que cada vez que sentía algún antiguo recuerdo o sensación donde rebosaran sus risas, las de ella, se rompía otra vez, y otra más, haciendo insoportable el dolor que ya me entumecía los brazos, esos brazos que ya quizás no volverían a abrazarla, o a acariciar su suave piel, esa piel que era toda mi vida, toda mi razón de existir. Era curioso ver cómo todo perdía el sentido, la vida, el día a día, hasta la más ínfima cosa me parecía grotesca y detestable, hasta levantarme cada mañana era ahora imposible...

Si al menos ella estuviera a mi lado…

Y con un suspiro, bebí otro trago de whisky combinado con lágrimas.


Luis Asenjo Robles

WOODSTOCK II



Me miró con aquellos ojos biliosos flotando en el humor amarillo que ahora inundaba sus cuencas profundas. Trató de sonreírse y me regaló una mueca. De los extremos de sus labios agrietados escaparon dos hilos de espesa saliva en burbujas malolientes. Corrí a socorrerla, la limpié lo mejor que pude y besé su frente. Inconscientemente me apoyé en su pecho, de la turgencia de otros tiempos sólo quedaba una gelatina de pellejos que cubría los costados de su caja torácica.

Fue mi amante por más de una década. Ahora moría la muerte que ella misma había elegido. Ya no quedaban defensas fisiológicas en el guiñapo de su cuerpo, el SIDA las había devorado impunemente en el silencio interno de sus células.

Descolgué la guitarra y tanteé sus cuerdas para arrancarles aquella melodía que tantas veces compartimos a la luz de las velas en noches de verano. Ella trató de acompañarme como lo hacía entonces pero sus labios resecos y agrietados se negaron. Las notas de la guitarra persiguiendo mi voz trémula, en armonía con las lágrimas que me nublaban las gafas.

Seguí arañando las cuerdas después de que ella había escapado a mejor mundo. La mueca desapareció de su rostro y la sonrisa de otros tiempos se retrató en su semblante. Dejé de tocar y la besé en los labios. Monté la guitarra a mis espaldas y sin mirar atrás, me alejé por el pasillo cargando un manojo de memorias.

Marco Antonio Peña

miércoles, 30 de marzo de 2011

Blanca Vázquez escribe sobre Miquel Silvestre y Beatitud.


Decía Vicente Muñoz Álvarez, uno de los impulsores de Beatitud, visiones de la beat generation, a propósito de Miquel Silvestre (uno de los visionarios del libro) que además de un excelente escritor es un motero empedernido. No queda nada mal una moto en el paisaje de cualquier Instituto Cervantes, quitando cierta polilla a estos serios vigilantes del castellano. Concretamente en la Piazza Navonna de Roma, ciudad abierta, el alicantino del 68, Miquel Silvestre, se ha metido de lleno con su “princesa”, su rocinante del camino, y ha triunfado con Un millón de piedras, contando, en una segunda edición, su última aventura por África. Unas memorias de África del siglo XXI: reales, de esas de mascar polvo, camas de chinches, sobornos en las fronteras, cambios radicales de paisaje, bandidos, antílopes y sobre todo valentía y curiosidad. Cualquiera podría hablar de sus anécdotas viajeras, te preguntarás lector, pero no cualquiera podría contarlo como lo hace Silvestre. Y es que este escritor lleva ya a su espalda varias novelas, obras de teatro, cuentos, antologías, reportajes periodísticos y claro, crónicas viajeras.
Su relato On the (soviet) road, perteneciente al arriba mencionado Beatitud (VVAA), nos dejó con un buen sabor de boca y descubrimos su secreto, ese humor tan particular. Por ello os vamos a contar pronto lo que nos ha entusiasmado Un millón de piedras. Catorce países africanos en 208 páginas, nada menos.
"Sin dejar de ser radicalmente sincero y sin dejar de contar la realidad africana tal como yo la vi, que es muy dura, no pretendo ni dar lecciones morales ni hacer ningún tipo de glorificación del personaje porque no soy ningún héroe", comentó el autor en la presentación del libro en la capital italiana. Todo un beat que nos demuestra que hay que quitarse los miedos y prejuicios y salir a los caminos, que la aventura nos espera. Y nosotros tenemos muchas ganas ya de empezar la primera página.
¿La próxima aventura de este estupendo escritor trotamundos? Nada menos que una vuelta al mundo desde Nueva York hasta Finisterre. Por favor Miquel, ¿me puedes llevar en uno de los maleteros de Princesa?, ocupo poco, ¡en serio!
Publicado el Jueves 10 de marzo de 2011, a las 09:20
Blanca Vázquez - laRepúblicaCultural.es
http://www.larepublicacultural.es/article3957.html

lunes, 28 de marzo de 2011

BEATITUD en GQ.


GQ se hace eco de Beatitud. Visiones de la Beat Generation a raíz de la película Howl que se estrenará próximamente. Una buena noticia para todos los amantes de la generación Beat y para todos los que tengan interés por acercarse a esta generación de escritores fundamental para entender la literatura contemporánea.

viernes, 25 de marzo de 2011

AULLIDOS EN EL CCAN


Lugar: Ccan (León). Hora: sábado, 21.00. Entrada: gratuita.

El Ccan acoge mañana sábado la presentación en León de la obra Beatitud, el homenaje que Vicente Muñoz y Nacho Escuín rinden a la generación Beat. En el libro, 33 escritores recrean la hazaña de Kerouac, Ginsberg y Burroughs. El resultado es un libro coral y variado en cuanto a su contenido, estética y forma, en el que cada autor ha aportado su punto de vista y enfoque sobre el fenómeno beat .

Diario de León, 25-3-2011.


Beatitud. Visiones de la Beat Generation es el homenaje que 33 autores de dos generaciones distintas realizan a través de sus textos a una de las más influyentes generaciones de las últimas décadas: la Beat Generation. Relatos, vivencias, impresiones... Literatura de calidad al servicio de una generación que se convirtió para muchos lectores y escritores en la puerta de entrada a una nueva forma no sólo de leer, sino también de entender el mundo. Hoy nadie duda de que Kerouac, Burroughs, Ginsberg, Corso o Ferlinghetti son clásicos de la literatura moderna.

viernes, 11 de marzo de 2011

ME DA QUE ESTE AGUA SUCIA NO ES LA CERVEZA QUE HE PEDIDO by M.A.Delgado.


Me da que este agua sucia no es la cerveza que he pedido aunque tampoco importe demasiado. En estas condiciones prefiero concentrarme en los navajazos que Winton Kelly y Lee Morgan están lanzando al viento en busca de la mejor frase mientras me pregunto en qué fase me encuentro yo ahora. Ah, sí, ya recuerdo... el sueño de Hassan y toda esa estúpida historia de gatos que maúllan en la madrugada al olor a pescado podrido de prostitutas viejas y chulos que cojean sin un triste sombrero de ala ancha que llevarse a esas cabezas rotas de tanto pensar en nada. Así dejándome los pulmones en este solo improvisado que no es más que sucio bop en una servilleta manchada de mocos y alcohol que apesta a guerra fría. Necesito otra botella. A este paso voy a colgarme de la cornisa del tejado de un domingo cualquiera. Porque hoy es domingo sí, y Paul Chambers no debería manosear esas cuerdas intentado volverme más loco de lo que ya estoy. Siento un impulso incontrolable de golpear a alguien con esta trompeta oxidada que reclama descanso en su funda de piel gastada pero mejor le pido al camarero otra cerveza. Tengo los pantalones mojados y no se por qué. A ver si esta vez acierto a llevarme el vidrio a la boca.


M.A.Delgado

MARINERO DE LUCES by Antonio Díez.


- Isabel Pantoja canta una canción que…
- (sorprendido) ¿Isabel Pantoja?
- SÍ, ISABEL PANTOJA, ¿QUÉ PASA?
- Nada, nada… que me ha extrañado, pero sigue…
- Isabel Pantoja canta una canción que contiene una de las metáforas más bellas para referirse a un camello: “Barco velero cargado de sueños"...

ese barco velero
cargado de sueños
cruzó la bahía

No sé a qué drogas será adicta la Pantoja, pero en esta canción nos cuenta una situación bastante habitual: el adicto queda con el camello, aunque a éste se le va la olla y lo deja tirado. Y es que está por ahí, de cañas, metiéndose rayas y cantando canciones por los bares del puerto...

olvidaste que yo
gaviota de luna
te estaba esperando
y te fuiste meciendo
en olas de plata
cantando cantando
te embrujó aquella tarde
el olor de azahar

…Y no es casual. En el prólogo de “El almuerzo desnudo” de William S. Burroughs se explicaban ya los tres principios básicos del monopolio de la droga, y el segundo de ellos dice: "Nunca des más de lo que sea necesario (hay que tener al comprador siempre hambriento y hacerlo esperar siempre)"…

marinero de luces
de sol y de sombra
de mar y de olivo
se quedo tu silencio
de rojo y arena
clavado en el mío

- Pobre Isabel… Oye, ¿tú crees que nos dejaran salir alguna vez de este sitio?
- Cállate. Déjame en paz. Y ponme la canción. Está en este enlace: http://www.youtube.com/watch?v=tRqlwwIP53Q


Antonio Díez

martes, 8 de marzo de 2011

ENTREVISTA EN LA REPÚBLICA CULTURAL


Vicente Muñoz Álvarez e Ignacio Escuín: “la Movida fue frivolidad, celebración tras el fin del régimen (Innombrable), pero la Beat Generation fue algo más serio…

Entrevista a los editores de Beatitud. Visiones de la beat generation


Blanca Vázquez – laRepúblicaCultural.es

Beatitud. Visiones de la beat generation es la nueva joya de ediciones Baladí. ¿Sus responsables? Dos poetas, literatos, novelistas, editores y amantes del universo de las palabras y sus conjugaciones: Vicente Muñoz Álvarez e Ignacio Escuín.

Hemos hablado del libro hace un días, y con motivo del estreno de Howl (Rob Epstein & Jeffrey Friedman) el próximo 25 de marzo, película que acomete la influencia de un poeta, Allen Ginsberg y un poema, Aullido, volvemos a la influencia, la energía, la imaginación y fuerza icónica de los beats. Muñoz Álvarez y Escuín confiesan la influencia de aquellos genios desarraigados de libre albedrío que dejaron una impronta fascinante en la literatura norteamericana, (además de Ginsberg, Jack Kerouac, Neal Cassady, Charles Bukowski, Diane Di Prima, Gregory Corso, William Borroughs, etc, etc).

Ambos poetas, el leonés y el turolense se han echado al camino, recogiendo relatos (tan diversos como sus autores, e inspirados en la filosofía beat ) de la efervescente nueva cantera de escritores españoles, que todo hay que decirlo, dejan al lector con la boca abierta y con la convicción de que el mundo literario está enérgicamente vivo. Larepublicacultural se ha acercado a ambos responsables de este vibrante libro para que nos cuenten sus proyectos y sus experiencias con Beatitud.

Para empezar queremos conoceros bien. Ignacio, háblanos de Eclipsados. Vicente te toca contarnos sobre Vinalia Trippers.
Ignacio: Eclipsados es un proyecto que nace del interés por la literatura, por devolverle algo de lo que ella nos ha dado. Hemos publicado muchos libros (más de ochenta y cinco) y en todos ellos hemos disfrutado con nuestro trabajo y nuestra apuesta ha sido editar lo que nos gustaba, aquello que creíamos que aportaba algo.
Vicente: Vinalia fue en su origen un fanzine de relatos ilustrados para adultos que comenzamos a editar en 1995 en León con la idea de dar salida a un tipo de literatura subterránea, alternativa y políticamente incorrecta que no solía encontrar hueco en publicaciones de corte oficial, pese a la calidad indiscutible de sus propuestas. Conocíamos ya de aquellas a un montón de escritores de talento ninguneados por el sistema y el canon, y nos propusimos crear para ellos una plataforma de expresión al tono, con una estética pulp y underground, fusionando la literatura con otras ramas paralelas, como el cómic y la ilustración, la música, el cine independiente, etc. Sacamos nueve números del fanzine y cinco libros de bolsillo entre los años 1995 a 2001 y regresamos en el 2007 con un libro homenaje, “Tripulantes: Nuevas Aventuras de Vinalia Trippers”, que coordiné con David González para la editorial Eclipsados. El año pasado editamos otro número con formato de libro, “Plan 9 del Espacio Exterior”, y un suplemento de poemas dedicado al malogrado escritor argentino Raúl Núñez. Y ahora estamos a punto de editar el número 11, que llevará por título “Trippers from the Crypt”. Por decirlo de algún modo, Vinalia ha sido el germen de muchos otros proyectos en los que he trabajado estos últimos años, antologías como “Golpes”: “Ficciones de la crueldad social” (que coordiné con Eloy Fernández Porta), Resaca/Hankover: Un homenaje a Charles Bukowski (con Patxi Irurzun) o “23 Pandoras: Poesía alternativa española”, además, claro, de Beatitud. Fue, en suma, un punto de encuentro para diversos creadores, que nos ha servido de ensayo y cantera para lo que ha ido viniendo después.
¿No parece difícil, fuera de tiempo, eso de ser poeta en el siglo de las redes virtuales?
Ignacio: Ser poeta siempre ha sido igual de complicado, y por otro lado no se trata de que lo sea o no, es decir, se trata finalmente de hacer poesía alejados, en la medida de lo posible, de las dificultades extras, bastante difícil es de por sí hacer poesía.
Vicente: La poesía nunca ha sido fácil, ni antes, ni ahora, ni lo será después tampoco. Es una apuesta minoritaria y difícil, pero el que la lleva dentro de algún modo la hará salir. Por otro lado, y aunque parezca mentira, las redes virtuales han democratizado de algún modo la poesía, al permitir a los escritores publicar sin la mediación de editores, mediante blogs y webs, etc.
Habéis hecho resurgir de sus cenizas a la Beat Generation, algo que hoy día es como un huracán de aire fresco entre tanta corrección e hipocresía política. ¿Cómo se os ocurrió escribir y reunir (con tantos autores fuera de lo común) estos pequeños relatos inspirados en aquellos rebeldes con o sin causa: Kerouac, Ginsberg, Cassady, Burroughs, Corso, Di Prima…¿y cómo habéis convencido a Ediciones Baladí para acercárnoslo?
Ignacio: Desde que conocí a Vicente Muñoz Álvarez sentí que acabaríamos trabajando en un proyecto como este. Él me transmitió esa esencia beat y era inevitable que tarde o temprano nos pusiéramos manos a la obra con este proyecto. Es un libro necesario. Todos los colaboradores han entendido esto y eso es muy importante.
Vicente: Bueno, Nacho y yo llevábamos ya tiempo dando vueltas a este proyecto. Hablamos de ello en las presentaciones de Tripulantes, y desde entonces hemos estado perfilando la idea hasta tener el libro listo. Nos parecía que una antología así, en momentos de falta de imaginación y espíritu como los presentes, era algo necesario y que de algún modo lograría conectar con un sector alternativo de la sociedad. Baladí se entusiasmó inmediatamente con la propuesta en cuanto les enviamos el libro, no hubo que convencerles de nada. Como nosotros, David y Nacho, los editores, son lectores y amantes de la cultura beat, y la idea de publicar este libro les sedujo al instante. Entre todos, autores, editores y antólogos, hemos formando un buen equipo. Y eso, las buenas vibraciones, se pueden palpar en el contenido y forma de Beatitud.
Quizá consigáis trasladar de las librerías de viejo a la Fnac las obras de este grupo de genios que tanto ha inspirado a otros muchos. ¡Vaya responsabilidad!
Ignacio: Y vaya alegría si lo consiguiéramos. Los beat siempre han estado entre nosotros, pero es cierto que un empujoncito para que vuelvan a las librerías (no habituales) sería todo un éxito.
Vicente: Ojalá fuera así, sería estupendo. De hecho, cuando yo comencé a leer a los beat, a finales de los 80, era en las librerías de viejo donde había que ir a buscarles, salvo algunos títulos muy concretos, como On the road. Ojalá este libro y nuestro homenaje aporten un granito de arena a la causa beat.
Beatitud. Visiones de la beat generation aúna un ecléctico grupo de relatos, cada uno hijo de su autor. 32 relatos, 33 beats, ¿dónde se ha escondido tú relato, Ignacio? Vicente, (Beatitud en Lisboa), ¿experiencias personales en tu aportación?
Ignacio: Mi relato es mi texto de presentación. Lo hablé con Vicente y decidí no hacer un texto forzado, además creo que el libro ha quedado estupendo tal y como está. Hubiera sido diferente en otras circunstancias, pero la vida, a veces, no nos deja demasiado espacio y hay que ser honesto con la literatura siempre. Si no hay tiempo no lo hay, y soy muy feliz con este libro tal y como es.
Vicente: Yo aporté ese relato a la antología como broche final, cerrando el libro, porque me apetecía hablar del movimiento y la mística beat, la terapia del camino y la evasión de lo prosaico mediante la carretera, que es en esencia lo que aborda mi cuento, titulado como la antología, Beatitud, y centrado en Lisboa, una ciudad cosmopolita y evocadora como pocas con la que personalmente me siento en deuda.
¿Qué hay de los beats españoles? podemos decir que La Movida fue nuestro fenómeno cultural equiparable a la beatitud de estos chicos norteamericanos de la ruta 66?
Ignacio: En algunas cosas sí, pero en otras me quedo con las generaciones posteriores de beats, como la de Vicente Muñoz. Hubo también beats anteriores como Miguel Labordeta y parte del grupo Niké en Zaragoza, supervivientes de la felicidad y la libertad en un periodo en el que estas dos cosas eran casi imposibles.
Vicente: Sinceramente, no veo demasiados paralelismos entre una y otra. Sí, quizás, en el transfondo de renovación artística y social, de rebelión contra el sistema, pero no en cuanto a estética y fondo. La Movida (sin menosprecio de las obras que alumbró) fue básicamente frivolidad, celebración tras el fin del régimen (Innombrable), pero la Beat Generation fue muchas más cosas, algo más serio y espiritual, filosófico y existencial, místico y revelador…
Nos parece ideal leer Beatitud con los acordes de The Doorscomo fondo. La influencia de los Beats en la música es infinita: Bob Dilan, Patti Smith, Tom Waits, el jazz, Loo Reed, Nirvana… Ya que sois los padres del proyecto, os voy a pedir un capricho, ¿qué música le pondríais a…? pongamos algunos de los relatos a voleo, sin desmerecer ninguno de los 32
Ignacio: Las cenizas de Allen Ginsberg (Uberto Stabile), Pi (Almudena Vidorreta), La india o el miedo (Ana Pérez Cañamares), Huellas en el polvo (David González), La compañía de finanzas amistosas (Eloy Fernández Porta).
A Pi le pega la Velvet Underground, quizá esa versión de sweet Jane estupenda. Al texto de Eloy algo más conceptual, al de David algo beat “rabioso” y al de Uberto Stabile la melodía más beat que puedas encontrar, es absolutamente beat.
Vicente: Three´s a crowd (Eduardo Almiñana), Jack, tenemos que hablar (Inma Luna), On the (Soviet) road (Miquel Silvestre), Dharma Thief (Lucas Rodríguez), Con unos tíos cualesquiera (Safrika).
Uffff… una pregunta difícil, sin duda… A ver, para Three´s a crowd, Tom Waits, por ejemplo, quizás Rain Dogs. Para Jack, tenemos que hablar, algo de Nina Simone. Para On the (Soviet) road, Born to be Wild, de Steppenwolf (Miquel es, además de un excelente escritor, un motero empedernido). Para Dharma Thief, un fondo rápido de didgeridoo (el instrumento que toca Lucas) y para el relato de Safrika, Hot Generation, de las Pandoras.
On the Road de Jack Kerouac es el epicentro de todo el movimiento. King of the Beats. Tanta es su influencia que el cine también le debe mucho a través de todas las road movies. Debería de ser un libro obligatoria en los colegios como lo es El Quijote, el cual también habla de salir al camino, aunque con otro lenguaje…
Ignacio: Creo que debería ser un libro “recomendado”. El concepto obligatorio no va con este libro. Con muchos tampoco va y llevan esa etiqueta. La lectura es importante, pero este es un libro al que los lectores jóvenes han de llegar por la sugerencia de otros, de los libros beats, de otras lecturas cruzadas. Pero sería todo un honor que nos leyesen los jóvenes, que este libro les ayudara a querer más los libros, otros libros, todos los libros.
Vicente: Está bien tu comparación, salvando las distancias. Cervantes, a su manera, fue también un beat revolucionario, y El Quijote una auténtica road movie a la española, estoy de acuerdo. Y claro que debería leerse On the road en los colegios… Conectaría con los jóvenes lectores mejor que cualquier libro de los que habitualmente les recomiendan, estoy seguro. Y lo digo por propia experiencia…
En la España de la transición tuvimos nuestras rutas, la ruta del Bakalao o ruta Destroy de la que habla Mario Crespo en su relato Ruta 23, pero parece que dejó la estela de algo más descerebrado…
Ignacio: Como todas las rupturas tras un periodo de gran estancamiento se producen algunos efectos que pueden no ser tan interesantes. Pero todos los caminos y sendas marcadas por la libertad lo son, así que lo ideal (y lo más beat) es que cada uno pueda hacer su camino, pase este por lugares más cabales o más descerebrados, lo importante es poder elegir—crecer—soñar en el camino.
Vicente: Ah, esas drogas de diseño… cuánto daño han hecho… y lo que nos queda por ver aún… Cerebros destruidos, que dirían los Eskorbuto…
Drogas, libertad sexual, misticismo, pacifismo, poetas un tanto turbados sin casa ni paradero fijo, rebelarse contra las normas del sistema, beats que tienen que “morir jóvenes o mueren ridículos” (Miquel Silvestre). Se me hace difícil ver a los jóvenes de hoy, demasiado preocupados por la crisis económica o los efectos de la globalización, la ecología, dejarse llevar así.
Ignacio: Los jóvenes de hoy son estupendos, libres, muy libres. Quizá la sociedad sea el problema. Yo no tengo una visión fatalista de la juventud, me parecen maravillosos. Quizá esta globalización “americana” sea más responsable de algunas cosas de lo que algunos quieren hacer ver. Quizá el problema sea que todas las sociedades se comportan como una sola basándose en unos valores poco recomendables.
Vicente: Bueno, muchos relatos del libro, hay que tenerlo en cuenta, retratan a un sector minoritario e incluso marginal de la sociedad, para el cual las normas de la mayoría, por decirlo de algún modo, no son las que rigen sus vidas… También en los años 50 primaban los mismos problemas que mencionas, o semejantes, y los beat miraban hacia otro lado, precisamente hacia el misticismo, el pacifismo, la insumisión, etc.
Cuando leía Beatitud me venía a la mente un libro muy beato también, “Los detectives salvajes” de Roberto Bolaño. ¿Qué narrativa actual os parece Beat hasta la médula?
Ignacio: Ya lo he dicho, Vicente quizá sea mi Beat preferido, pero también lo son aquellos que luchan por sus ideales dejándoselo todo en el camino (como Sergio Gaspar, por ejemplo).
Vicente: La de Sam Shepard, por ejemplo, uno de los herederos más brillantes de los beat. O la de Bolaño, como bien dices. O, centrándonos en nuestro país y en Beatitud, la de Miquel Silvestre, escrita literalmente on the road, o la de Carla Badillo, amiga de los beats de Frisco, o la de David González, visceral e insurgente, o la de Uberto Stabile, por citar algún ejemplo.
Pertenecéis a generaciones diferentes pero no muy alejadas (Vicente del 66 e Ignacio del 81). Diferencias que veo también entre los escritores y escritoras que participan en el volumen, desde 1954 (Sergio Gaspar) a 1987 (Eduardo Almiñana de Cózar). ¿Esto ha supuesto algún escollo para vuestra visión del proyecto?
Ignacio: Ninguno, la verdad es que ha sido una suerte que Vicente conozca tan bien a los escritores de su generación y yo intente conocer tan bien a los de la mía. Nos gusta leer, nos gusta leerlo todo, leerlos a todos y conocerlos.
Vicente: Más bien al contrario, nos ha permitido comprobar la recepción del fenómeno beat en casi tres generaciones de escritores españoles, que era una de las premisas de este libro. Y ha hecho el conjunto más variado y apetecible.
Ignacio, diriges encuentros de poesía en la Universidad de Zaragoza, y has publicado seis obras poéticas, la última Habrá una vez un hombre libre, 2009.
Vicente, has publicado poemas, relatos, novela, la última Mi vida en la penumbra, y ensayo, El tiempo de los asesinos. ¿Algún otro libro en curso, planes de futuro? ¿Como veis el panorama literario y editorial español, plagado por un lado de muchos best-sellers de fácil digestión?
Ignacio: Siempre hay un próximo libro en la mente, vivimos de eso, de nuestro deseo literario. Sin ese sueño no hay literatura, luego no ha vida. El panorama literario es rico, permite todas las posibilidades y me niego a no verlo de una forma optimista. Cada vez que dudo aparecen sellos como Baladí que me hacer recordar que esto es una fiesta, la de los libros, y que formamos parte de ella y somos felices.
Vicente: Yo estoy rematando mi nuevo poemario, Animales Perdidos, que entregaré muy pronto a imprenta. Y en vías de publicar un ensayo sobre cult movies, donde abordo otra de mis grandes pasiones, el cine independiente y de autor. Y preparando, como ya mencioné, el nuevo número de Vinalia Trippers, dedicado a la literatura pulp de horror. Respecto a tu segunda pregunta, bueno, es cierto lo que comentas, y triste también, pero también es cierto que hay cada vez una mayor efervescencia de pequeñas editoriales que apuestan por autores nuevos, y una infraestructura de blogs y espacios para publicar en la red de lo más variopinta y prometedora. De nuevo, las ventajas de la blogsfera.
Y por último ¿os habéis manchado los dedos alguna vez de Nocilla?
Ignacio: Digamos que más de una vez, y ahora se ha convertido en una costumbre los domingos por la mañana de lo más divertida. Fuera de bromas, sí, y lo volvería a hacer, claro.
Vicente: Jajaja… Para merendar algunas veces, como tentempié… Bromas aparte, como en todos los movimientos, hay en el que mencionas cosas más y menos valiosas, y de las buenas siempre se puede sacar provecho, dejando a un lado los complejos y modas.

jueves, 3 de marzo de 2011

SIMBIÓTICA by Andrés Portillo.


Me abrazo a él y me acuna, con su pecho retumbando en mis oídos, hasta caer como ruinas muertas. Hasta el amanecer. Entonces me mira y finjo que aún duermo. Ya no me acaricia ni me besa en los labios. Rehuye mi aliento séptico. El hombre que ha dormido a mi lado, se levanta de la cama con la boca pastosa, con el pene fláccido. Abre el grifo de la ducha. Oigo su tos, sus arcadas. Mi cerebro es una esponja que me oprime las paredes del cráneo. Mi estómago una cloaca. Mi sexo un animal disecado. Me aprieto los ojos con las manos. Los hundo en sus cuencas hasta hacerme daño.
No sé cómo se llama el hombre que ha dormido a mi lado. No se lo pregunté y él tampoco me lo dijo. No es guapo, ni sexy, ni tiene un cuerpo de estatua griega, esos son caprichos de gourmet. Me gustó porque bebía solo y fumaba tabaco negro.
¿Me invitas a una copa? - le dije.
Compartimos una botella. Y luego otra. Un beso en un callejón sin luces, una pensión de paredes desconchadas y un catre con olor a peces muertos. No hubo sexo. Sólo caricias torpes y un abrazo a medianoche. El hombre que ha dormido a mi lado, sale de la habitación sin despedirse, arrastrando los pies como un zombi. Vomito sobre la almohada. Crujo como una hoja seca. Cuando huimos de la soledad, lo peor es la resaca.


Andrés Portillo

Ilustración by Miguel Ángel Martín (original de la portada de Resaca/Hankover).

NO PINTAMOS NADA by Trifón Abad.


Frank era como el momento de incertidumbre en el que llegamos tarde a algún sitio y no sabemos si correr o no para coger el metro. Quizá acelerando el paso lo alcanzamos justo cuando cierra las puertas, y logramos ingresar en él de perfil sobre el pitido agónico. Pero quizá correr nos sirve sólo para verle escapar por el túnel, y, para eso, mejor ahorrarnos el esfuerzo. Esa duda era Frank.
Cuando le fotografié llevaba barba de una semana, gafas de pasta con el puente pegado con celo, su bata roída y salpicada de los mil colores que le faltaban cada día. El cuadro exacto, verídico, compuesto únicamente de una bombilla perfecta y centrada que irradia un círculo de luz a su alrededor, tan real que dan ganas de poner la palma debajo para buscar la sombra de la mano. Él: un maremoto siempre a punto de arrasar, buscando permanentemente el epicentro entre los raíles de sienes por donde circulaba su sensatez, a trompicones, descarrilándose y volviendo a su sitio otra vez. La obra: quieta, paciente, circunspecta, fiel como una fotografía, llena de trazos minúsculos en los que los nervios de Frank se iban plasmando en una ósmosis de ánimo y antidepresivos.
No hubo funeral para Frank. Ningún periódico ni revista literaria rescató su recuerdo necrológico. Aquel miércoles sólo un haz de luz entró a buscarle por la ventana, como cada día. Y no le hallamos muy cambiado.



Trifón Abad

lunes, 28 de febrero de 2011

BEATITUD EN ZARAGOZA: 2-3-2011.


Miércoles, 2 de Marzo
20 h. Fnac Plaza de España
Zaragoza

Con la presencia de
David Vicente (editor)
Ignacio Escuín (antólogo)
y los autores
Almudena Vidorreta
David Mayor
Octavio Gómez Milián
 Raúl García

Y las actuaciones de
El hombre lento
& Experimentos in da Notte

Os esperamos

cover by Jul

LOS CHICOS DEL OTRO LADO (I): Beatitud por Esteban Gutiérrez Gómez.


Acaba de terminar la guerra (la II Guerra Mundial) y el mundo sigue siendo una mierda. En Estados Unidos nada se ha regenerado, nada ha cambiado, todo sigue igual. Los muertos son un número, no más, y se pretende seguir adelante sin tomar conciencia del pasado. Todo para nada.
Dan ganas de huir, de salir a la búsqueda de otra realidad. Si pudiese cambiarse el mundo… Pero no se puede cambiar, una guerra con 60 millones de muertos no ha logrado cambiar nada. Huir, el dedo al aire y una larga pista alquitranada por delante. Huir, sin destino concreto, a la aventura. Huir, aún sabiendo que no existe la puerta al otro lado. Sí, pero hay que huir.

La noción general de escapar de una realidad que huele a podrido, se particulariza en el ámbito de un pequeño grupo de escritores para los que el viaje es la vida. Lo importante no es llegar al destino, lo importante es hacer el camino, disfrutar del viaje. A mediados del siglo XX, Cassady y Kerouac recorren Norteamérica viviendo aventuras. El viaje es otra forma de vivir. Si hay dinero: gasolina y carretera; si no lo hay: porros y alcohol. El caso es abandonar la realidad, crearse un mundo a su medida. Cassady es el actor, el protagonista principal, el chico malo de esta película, el pendenciero, el vividor. Kerouac es un chico más intelectual, tiene la mirada del escritor en sus ojos y todo lo ve de una forma objetiva: nunca arriesga su alma. Ginsberg se unirá a ellos casi desde el principio; es un intelectual al que le gusta vivir en el filo, al borde del abismo, que totaliza pasiones y busca siempre el más allá. Burroughs huye de lo acomodado en busca de nuevas emociones. Hay otros actores (uno tan pendenciero como Cassady es Corso), pero basta de nombres propios y busquemos una etiqueta que nos permita clasificarlos (necesitamos saber de qué hablamos, por eso las etiquetas nos ayudan a no pensar), una etiqueta generacional que defina lo que estos cuatro chicos hacen con su vida en los años 50, algo así como los Beat.

Los Beat escriben sobre algo que ya se había iniciado años antes, sobre la necesidad de darse la vuelta frente al mundo, bajarse los pantalones y enseñar la raja del culo. Un que os jodan categórico. Un nuestra vida es nuestra vida y la vivimos como queremos. Duró poco el camino pero fue importante porque marcó el espíritu de la contracultura. Hoy en día todavía bebemos de su esencia. Tanto en el fondo (el mundo sigue siendo una mierda), como en la forma (la prosa espontánea de Kerouac, la libertad del autor en Ginssberg, la experimentación hasta la descomposición en Burroughs). Ahí están sus libros, En el camino, Gasolina, Yonqui, Aullido. No hay más que ponerse a leer.

Duró poco, la huída traspasó los límites con ayuda del peyote y del LSD, primero, y de la meditación, después, y llego a otros mundos. Los 50 acababan y una nueva generación asumió la bandera de la libertad, del cambio, de lo alternativo. Gente que buscaba sanar el mundo con amor. Mucho amor. Demasiado amor. Hippies envueltos en psicodelia que descubren y hacen descubrir el nuevo mundo: el budismo y la filosofía Zen. Al final, Kerouac o Ginsberg, llegan a un tope de vía en el que descubren otra realidad y, lo más importante, descubren que para huir no es necesario caminar, ni siquiera dar un solo paso: la mente lo domina todo. Los 60 se llenaron de esperanza en un mundo mejor. Una visión idealista, despegada de la realidad, de esa realidad en forma de barro que los Beat llevaban pegada a sus zapatos a pesar de que trataban de huir de ella..

50 años después, Vicente Muñoz Álvarez y Nacho Escuín, quieren palpar el reflejo de esa generación inconformista norteamericana en las jóvenes letras castellanas. Son muchos los autores que se posicionan en la contracultura, al margen de institucionalizaciones y servidumbres públicas, que huyen de la mierda en que sigue convertido el mundo, que esperan, al menos, ser consecuentes con su alma, que no cambian libertad por seguridad, que no esperan vender un millón de ejemplares de un libro porque no escriben para un millón de personas, que saben que están al otro lado de esto que llamamos literatura, en la umbría, dónde la nieve permanece más tiempo y el agua que emana del verdín, sabe a vida.

Vicente y Nacho hurgaron, people on the road, y tardó poco en asomarse un universo de nuevos creadores veneradores del espíritu Beat. Beatitud, así se llama la antología, es un compendio de reflexiones, de bionarraciones, de relatos, de vivencias, de ensayos, de influencias que los escritores de esa generación tuvieron en las vidas y en la escritura de cada uno de los autores que participan en este proyecto literario. El resultado es una amalgama de visiones sobre los Beat, una reivindicación del límite, de la huída, del viaje. Lo importante sigue siendo hacer el camino, sigue sin ser decisivo llegar al final, sea bucólico o precipitado. La carretera es una forma de vivir. Es cierto que luchar cansa, que son chicos del otro lado siempre dispuestos a dar guerra, pero ya descansarán cuando llegue la última hora, el suspiro final.


Título original: Beatitud, visiones de la Beat Generation
Autor: VVAA
Edición literaria: Vicente Muñoz Álvarez e Ignacio Escuín
Editorial: Ediciones Baladí S.L.L.
Páginas: 357
Diseño cubierta: Julio Reija
ISBN: 978-84-937661-8-4

Precio: 20€

Autores que participan en esta antología:

Carla Badillo Coronado, Patxi Irurzun, Ana Pérez Cañamares, Joaquín Juan Penalva, José Ángel Barrueco, Carmen Beltrán, Uberto Stabile, David González, Carmen Camacho, Miquel Silvestre, Raúl García, Sergio Gaspar, Safrika, Nacho Abad, David Mardaras, Mario Crespo, Roxana Popelka, Eduardo Almiñana, Octavio Gómez Milián, Estelle Talavera Baudet, David Mayor, Pepe Pereza, Almudena Vidorreta, Lucas Rodríguez, Inma Luna, Diego Urizarna, Alfonso Xen Rabanal, Pablo Casares, Sonia San Román, Eloy Fernández Porta, Déborah Vukušić, Vicente Muñoz Álvarez.

Esteban Gutiérrez Gómez

jueves, 24 de febrero de 2011

BEATITUD EN MADRID


Viernes 25 de febrero,
19 h Casa del Libro - C/Hermosilla, 21.
Madrid

Intervendrán
Vicente Muñoz Álvarez (antólogo)
David Vicente (editor)
& varios autores del libro

Os esperamos

miércoles, 23 de febrero de 2011

VISIONES DE LA BEAT GENERATION by Gsus Bonilla.


Presentación en Madrid

Fecha: el Viernes 25 de febrero de 2011
Horario: a las 19:00h
Lugar: Casa del Libro - C/Hermosilla, 21 (Madrid)
Intervendrán: Vicente Muñoz Álvarez (antólogo), Ignacio Escuín Borao (antólogo), David Vicente (editor) & varios autores del libro.


NOTA: el viernes estarán x madrid Vicente Muñoz Álvarez y su tropee presentando BEATITUD visiones de la beat generation (Ed.Baladí, 2011). me insisto en lo que representa para mí vic, y me repito que es uno de esos personajes que andan por este planetapoesía que me merecen todo respeto y credibilidad. desde que aparecí x blogger y supe de él, vi que sus propuestas iban acompañadas de un halo de aire fresco, particular y diferente, un tipo al margen de lo establecido, esto se puede comprobar hurgando por cualquiera de los rincones de su extensa obra, tanto en poesía como en narrativa, así como en las cienes de movidas que ha coordinado o promovido, blogs, antologías, recitales, fanzines, etc,etc; siempre una palabra amable, un trato acojonante para conmigo, cuando nos hemos visitado, cuando nos hemos encontrado; entonces te dices, chaval, a este tipo hay que mimarle. es lo que tienen los animales sociales, que las relaciones personales nos dan fortaleza; y para mi suerte sé que no es el único, ayer en la fnac, en la present de viscerales, vivido lo vivido, también lo recordé...

Gsus Bonilla

martes, 22 de febrero de 2011

BEATITUD en El viento que agita la cebada.


Llevaba años esperando leer este libro, años... Desde que supe que Vicente quería antologar un libro-homenaje a los Beat. Quizá por eso mis expectativas eran muy altas, tanto que quizá me haya pasado de exigente... El caso es que ahora, con el libro leído y bien analizado y con la sombra de la presentación ciñéndose sobre nuestras cabezas, he de decir que, de nuevo, Vicente Muñoz Álvarez (en este caso junto a Nacho Escuín) ha dado en el clavo y ha conseguido diseñar, construir y vender un libro de culto donde cada autor, como se pidió, ha aportado su particular visión de esta generación: con experiencias personales, imitando el estilo de Kerouac, con ensayos, con híbridos entre la narración y el ensaño, con figuraciones sobre algunos aspectos desconocidos de los beatniks, con alusiones a los outsiders y a las mujeres del grupo… En esta variedad reside la grandeza de este libro que edita Baladí y en el que me enorgullece (lo digo de verdad) participar junto a grandes amigos y escritores admirados aportando mi particular locura beat… 

Y el viernes, no te olvides, presentación en Madrid: en La Casa del Libro de Hermosilla a las 19:00.

Mario Crespo, de El viento que agita la cebada.

lunes, 21 de febrero de 2011

DOSIS DE PURA LITERATURA: Reseña en La República Cultural.



Beatitud, visiones de la Beat Generation
Dosis de pura literatura

Blanca Vázquez - laRepúblicaCultural.es

Lo atractivo de las jóvenes editoriales es que discurren al margen de modas, o quizá nos atrevemos a decir que las modas las inauguran ellas, al ir por libre y destapar corrientes o literaturas que han degustado y calificado como de interés artístico. Es decir que pasan de populismos que no hacen más que ensuciar la cultura real, que no siempre es fácil, ni tiene porqué ser fácil. Ediciones Baladí lleva ya algún tiempo sorprendiéndonos, por eso apostamos por ellos.

Su última novedad no puede ser más peculiar y revisionista, acercarse a la Generación Beat con Beatitud, visiones de la Beat Generation, compilada y editada por Vicente Muñoz Álvarez, poeta y escritor e Ignacio Escuín, escritor y director de la editorial Eclipsados. Volumen formado por 32 relatos referentes, de una manera u otra, a los Beats y todo lo que significaron en el arte y el comportamiento, convertidos en un fenómeno cultural que arranca con Jack Kerouac, Allen Ginsberg, William S. Burroughs, Neal Cassady, Gregory Corso, Diane Di Prima…adscritos y firmantes de un pensamiento oriental, hippy, meditativo, místico y comunal. Surgidos en una década, los cincuenta, en la que los valores clásicos estadounidenses ahogaban la libertad y la creación de mentes efervescentes como ellos.

¿Ha influido este legado de escritores y sus lecturas en las últimas generaciones de narradores españoles? Así lo creen Muñoz Álvarez y Escuín que se han hecho la ruta on the road para recoger en su camino a los poetas y escritores con más potencial de nuestro panorama. Una deuda estética e incluso vital que nos deja sin palabras, todo hay que decirlo. Once mujeres y veintiún hombres, todos con un historial narrativo y poético bastante repleto y en muchos casos vanguardista y experimental, componen este discurrir de relatos cortos, en los que el lector oscila entre una prosa tersa, sólida, hábilmente elaborada, a una prosa juguetona, abstracta, “colocada”, y otras proezas más personales, que despiertan menos entusiasmo. En todo caso todas conforman un paisaje en el que todos los caminos conducen a Jack Kerouac y los poetas beats, como afirma Uberto Stabile en su soberbio relato, Las cenizas de Allen Ginsberg: “Bob Dylan fotografíado junto a la tumba de Kerouac, Patti Smith proclamándose hija política de William S. Burroughs, Wim Wenders rindiéndole homenaje En el curso del tiempo, Tom Waits reconociendo ser una consecuencia de las lecturas de Jack. El resurgir del zen y los movimientos pacifistas y ecologistas, y la defensa de los aborígenes y las culturas indígenas en total consonancia con la filosofía de Snyder, Ed Sanders y otros beatniks. La libertad sexual, la liberación de las llamadas «drogas blandas» y la denuncia del nuevo orden mundial, todo ello ya presente en los textos de Allen Ginsberg. El espíritu de Leroi Jones explícito y vivo en el rap más radical. Y más y más conexiones y gustos coincidentes: Jean Genet, Paul Bowles (inquietante el relato Cabeza de gardenia de Carmen Camacho referente a Jane Auer Bowles), el haikú, Phillip Glass, la escritura río, el jazz, Cortazar, Frank Zappa, Lou Reed, Marian Faithful, Truman Capote…”.

Un descubrimiento gratificante para el lector este grupo de narradores poco iluminados por los grandes medios, pero quizá ellos lo prefieran así para ser más auténticos, más verdaderos. Viajamos entre relatos que mentan la serie Los Simpson (Ned Flanders en concreto), conducidos por la pluma de Patxi Irurzun; traza juegos temporales Ana Pérez Cañamares en La India o el miedo; homenajean al último beat, (Gregory Corso) en la escritura de José Ángel Barrueco; asoma un aire de coleguilla y porrillo con David González en Huellas en el polvo; o ese aroma surrealista de Pi, por Almudena Vidorreta; notable como pocos el de Eduardo Almiñana, Three´s a Crowd; mezcla de ensayo y relato personal el de Ruta 23 de Mario Crespo; Filosófico pero caótico David Mardaras con Dios; más convencional Pepe Pereza en Eligiendo camino; o sublime, fantástico, divertido y genialmente hipnótico Miquel Silvestre con On the (Soviet) Road. Pocas veces nos hemos reído tanto con un relato. Muy trabajado pero algo espeso en su resultado final Eloy Fernández Porta confiere a La compañía de finanzas amistosas un magma de efecto LSD, lo cual tiene su gracia, dependiendo el día que tenga el lector.

Agridulce indagación a ritmo de beatifica literatura. Nos ha encantado esta propuesta de Baladí, por la que sin duda nos jugamos los cuartos en esta mezcla de frivolidad, filosofía, recordatorio, ficción, ideas, alucinaciones y lenguaje a buen ritmo. Todo un travel-writers.


Título original: Beatitud, visiones de la Beat Generation
Autor: VVAA
Edición literaria: Vicente Muñoz Álvarez e Ignacio Escuín
Editorial: Ediciones Baladí S.L.L.
Páginas: 357
Diseño cubierta: Julio Reija
ISBN: 978-84-937661-8-4
Precio: 20€


Presentación en Madrid

Fecha: el Viernes 25 de febrero de 2011
Horario: a las 19:00h
Lugar:
Casa del Libro - C/Hermosilla, 21 (Madrid)
Intervendrán:
Vicente Muñoz Álvarez (antólogo)
Ignacio Escuín Borao (antólogo)
David Vicente (editor)
& varios autores del libro