sábado, 30 de abril de 2011

SATORI EN PARIS


Las historias inventadas y las novelas rosas sobre lo que pasaría SI... son para niños y adultos cretinos que temen reconocerse en un libro igual que temen mirarse al espejo cuando están enfermos o heridos o resacados o locos.

Jack Kerouac, de Satori en París (Ediciones Escalera, 2009).

martes, 26 de abril de 2011

Beatitud en larioja.com de la mano de Diego Marín

Aunque el ritmo de publicación en La Rioja se ha visto reducido, eso no ha supuesto que los escritores estén parados. Numerosos libros, antologías y libros recopilatorios y colectivos a nivel nacional recogen los textos de jóvenes escritores riojanos. El ejemplo más claro es el de 'Beatitud' (Ediciones Baladí, 2011), un homenaje a la Generación Beat (Keruac, Burroughs, Ginsberg...) en la que participan Sonia San Román, Pepe Pereza, Carmen Beltrán y Lucas Rodríguez. «Esto indica que la literatura en La Rioja goza de una salud excelente», afirma Sonia San Román, que reconoce que «las influencias de la Generación Beat me llegan tamizadas a través del movimiento grunge, que es el que a mí me tocó vivir en los 90. Yo soy de la Generación X, y hemos heredado cierto pesimismo, descreimiento, evasión y rechazo de los valores tradicionales», explica la escritora.
Pepe Pereza, actor que en los últimos meses está inmerso en la literatura (y que ya ha publicado un e-libro), declara que su participación con el relato 'Eligiendo un camino' «habla de un viaje improvisado que hice en mi juventud, motivado por la lectura de libros como 'En el camino' de Jack Kerouac». Los participantes de este tipo de libros colectivos que proliferan en los últimos años se repiten en muchos casos y recuerdan a otros, como es el caso de 'Hank over' o la reciente edición de 'Vinalia Trippers'. El propio Vicente Muñoz Álvarez ha reactivado este popular fanzine de los 90 y, con portada del dibujante Miguel Ángel Martín, le ha procurado una edición de lujo. En ella colaboran los riojanos Pepe Pereza, Lucas Rodríguez, Enrique Cabezón, Adriana Bañares Camacho y Sonia San Román.
Es ésta última, junto a los logroñeses Cabezón y Nuria Ruiz de Viñaspre, la que repite, de nuevo, en otro libro más. Se trata de la antología 'Puta poesía' (Luces de Gálibo, 2010), «una modesta forma de solidaridad con las prostitutas y en particular con Hetaria», colectivo al que la editorial donará la totalidad de los beneficios obtenidos por la venta de este libro. Un total de 81 poetas se incluyen en esta obra, entre ellos, Karmelo C. Iribarren y Roger Wolfe. Pero aún hay más. 'Aldea Poética V. Poesía infantil. Dadaísmo en verso' (Opera Prima, 2011), que reúne a autores como Aute, Ouka Leele y Jesús Munárriz, también cuenta con San Román y Cabezón en sus páginas, y que ya participaron en la entrega anterior, la cuarta, dedicada al sexo.
http://www.larioja.com/v/20110426/cultura/jovenes-golpean-fuerte-literatura-20110426.html

miércoles, 20 de abril de 2011

ENTREVISTA EN EL SILLÓN VOLTAIRE


In beat we trust.

Claro que sí, creemos en los beat, creemos en la buena literatura y, por supuesto, creemos en la radio de calidad, como la que hace en el Sillón Voltaire su directora y presentadora Sofía Castañón.

Os dejamos aquí el link para que escuchéis el programa en el que fueron entrevistados el antólogo y escritor Vicente Muñoz Álvarez y el editor David Vicente. Se habló de la última publicación de Ediciones Baladí, Beatitud. Antología de la Beat Generation. Pero se habló en general de todo lo que tiene que ver con los beat.

martes, 19 de abril de 2011

RESEÑA EN QUÉ LEER


El escritor y poeta Vicente Muñoz Álvarez y el escritor Ignacio Escuín Borao han reunido en Beatitud 33 relatos en los que autores como Nacho Abad, Sergio Gaspar, Almudena Vidorreta, Inma Luna, Pablo Casares, Eloy Fernández Porta o Sonia San Román aportan referencias, citas, experiencias personales y un generoso testimonio de cómo la cultura beat llegó a sus viddas y cómo influyó en su abordaje a la literatura, el cine, la música, etc. Beatitud representa un homenaje, pues, a la generación legendaria que compredió a los Kerouac, Burroughs, Ginsberg, Di Prima o Cassady, voces que contribuyeron con sus creaciones a presentar una nueva manera de entender el mundo.

sábado, 16 de abril de 2011

LA GENERACIÓN BEAT AÚLLA DE NUEVO: Reseña en la Revista Leer.



La prestiogiosa revista Leer se hace eco en su número de abril del fenómeno de la Generación Beat y de cómo vuelve a tomar repercusión mediante distintas publicaciones y películas en este año 2011. Y, como no podía ser de otro modo, resaltan nuestro último libro Beatitud. Visiones de la Beat Generation en un extensísimo reportaje de más de ocho páginas. Muy recomendable para todos los amantes de la Generación Beat y para todos aquellos que no la conozcan y quieran hacercarse por primera vez a ella.

sábado, 9 de abril de 2011

CONCURSO BEATITUD


RELATOS GANADORES:

-En la 47 de Rubén Casado
-Pull my daisy de Víctor Marchán
-No pintamos nada de Trifón Abad


Puedes encontrarlos publicados en este blog

BEAT NIGHT

Beatitud en Logroño

viernes, 8 de abril de 2011

Hoy en Barcelona!!!!


“BEATITUD: VISIONES DE
LA BEAT GENERATION”
Presentación con Nacho Escuín
(antólogo del libro, junto con
Vicente Muñoz Álvarez) y los
autores Almudena Vidorreta
Torres, Sergio Gaspar y Eloy
Fernández Porta
.

FNAC TRIANGLE
P.GRACIA
19.00 HORAS

sábado, 2 de abril de 2011

RICHARD BRAUTIGAN

1935-1984

ON THE ROAD BEATS

SUSPIRANDO



Suspirando, cogí otro cigarro. Las colillas ya se amontonaban en un irónico monumento a los minutos robados.

El whisky también bajaba alarmantemente, y las horas pasaban, lentas, riéndose en mi puta cara.

¿Qué estaba pasando? ¿por qué me pasaban a mí esas cosas? La respiración me faltaba, y hasta las paredes me parecían extrañas, como carentes de sentido, sin ese sentido que su aroma, el de ella, les daba. Nunca antes había bebido tanto whisky mezclado con lágrimas. Ni siquiera me preocupaba de apartármelas de la cara para que no cayeran al vaso. ¿Qué más daba?

Y la noche seguía, negra, triste, melancólica, cómplice de nuestros secretos, nuestros mágicos y maravillosos momentos, vástagos de meses llenos de vida, acciones maravillosas, y futuros gloriosos, que lentamente se iban por el desagüe, junto con mi sangre, coagulada de tanto alcohol y de tantas pastillas.

Era curioso ver cómo todo se puede ir a la mierda en nada de tiempo. Cómo todo aquello por lo que luchamos, y luché con toda mi alma, desaparecía con el humo de mi cigarro. Tantas promesas... Sueños... Rotos. Rotos como mi corazón, que cada vez que sentía algún antiguo recuerdo o sensación donde rebosaran sus risas, las de ella, se rompía otra vez, y otra más, haciendo insoportable el dolor que ya me entumecía los brazos, esos brazos que ya quizás no volverían a abrazarla, o a acariciar su suave piel, esa piel que era toda mi vida, toda mi razón de existir. Era curioso ver cómo todo perdía el sentido, la vida, el día a día, hasta la más ínfima cosa me parecía grotesca y detestable, hasta levantarme cada mañana era ahora imposible...

Si al menos ella estuviera a mi lado…

Y con un suspiro, bebí otro trago de whisky combinado con lágrimas.


Luis Asenjo Robles

WOODSTOCK II



Me miró con aquellos ojos biliosos flotando en el humor amarillo que ahora inundaba sus cuencas profundas. Trató de sonreírse y me regaló una mueca. De los extremos de sus labios agrietados escaparon dos hilos de espesa saliva en burbujas malolientes. Corrí a socorrerla, la limpié lo mejor que pude y besé su frente. Inconscientemente me apoyé en su pecho, de la turgencia de otros tiempos sólo quedaba una gelatina de pellejos que cubría los costados de su caja torácica.

Fue mi amante por más de una década. Ahora moría la muerte que ella misma había elegido. Ya no quedaban defensas fisiológicas en el guiñapo de su cuerpo, el SIDA las había devorado impunemente en el silencio interno de sus células.

Descolgué la guitarra y tanteé sus cuerdas para arrancarles aquella melodía que tantas veces compartimos a la luz de las velas en noches de verano. Ella trató de acompañarme como lo hacía entonces pero sus labios resecos y agrietados se negaron. Las notas de la guitarra persiguiendo mi voz trémula, en armonía con las lágrimas que me nublaban las gafas.

Seguí arañando las cuerdas después de que ella había escapado a mejor mundo. La mueca desapareció de su rostro y la sonrisa de otros tiempos se retrató en su semblante. Dejé de tocar y la besé en los labios. Monté la guitarra a mis espaldas y sin mirar atrás, me alejé por el pasillo cargando un manojo de memorias.

Marco Antonio Peña